20/6/08

NOS DICE EL AUTOR
Según el autor hay cuatro dominios a los que debemos
atender si queremos aprender a aprovechar al máximo
toda nuestra capacidad y potencial latente. Ellos son el
dominio de la confianza, la energía, la visión a largo plazo
y el temple.
El primer dominio: La confianza
Para fortalecer la confianza es necesario construir y
mantener excelentes relaciones con nosotros mismos y
con los demás. Para ello el autor recomienda:
1.- Mantener viva nuestra originalidad
Nuestra originalidad es la fuente principal de nuestra
vitalidad e iniciativa. Si queremos aprovechar nuestras
capacidades al máximo debemos mantener vivo aquello
que nos hace únicos.
Es necesario instalar mecanismos que nos ayuden a
sobresalir entre la multitud y a dar lo mejor de nosotros,
que sirvan para vencer nuestra resistencia natural al
crecimiento y al cambio.
Según el autor es esencial preguntarnos con regularidad
¿Qué fue lo más excepcional que hice esta semana?
O ¿qué será lo más excepcional que haré la próxima?
O ¿cómo contribuí a mejorar la vida de quienes me
rodean o el mundo, en general?
Para Robert Cooper aunque soñemos con nuestro futuro
en imágenes maravillosas, son las acciones prácticas
y cotidianas las que conforman nuestra vida.
2.- Utilizar nuestros tres cerebros
Las últimas investigaciones han demostrado que además
del cerebro existen otros dos importantes redes neurológicas,
una alojada dentro del tracto intestinal, conocido
como el sistema nervioso entérico y otra en el corazón.
Independientemente de que podamos reconocer o no las
reacciones provenientes de ellas, tienen funciones específicas
y moldean todo lo que hacemos, todo el tiempo.
Nuestra efectividad depende de que podamos tomar decisiones
o resolver problemas haciendo uso no sólo del
«cerebro» de la cabeza sino con la participación activa
de los «cerebros» de las entrañas y el corazón.
El autor nos sugiere en el libro algunas de las recetas
para emplear efectivamente este sistema tripartito.